Esta idea más que creativa lo que hace es aportarme una grandísima duda. El Misil Negro es una bebida energética a la que estoy tremendamente enganchado por el concepto del packaging y es que me parece tremendamente extraño, alocado y absurdo, y aún así con mucha fuerza. El Misil Negro es una especie de RedBull que se ha comenzado a distribuir en las tiendas y comparte lineal con el ya mencionado Redbull y los Monsters. Cuando salió pensé que esta bebida duraría muy poco tiempo en el mercado y pese a todo, seis meses más tarde sigue comercializándose y con más rotación que los RedBull-es.
Lo que me parece sorprendente de esta bebida es que el packaging es tremendamente poco practico, contiene la misma cantidad que un RedBull pero ocupa un 33% más de espacio, con lo cual de cara a una tienda de distribución por cada 133 Redbulles, solo podrá tener colocados 100 Misiles Negros. Más datos, en cuanto a precio el Misil Negro ni se ha posicionado por debajo de RedBull intentando posicionarse como una bebida energética “low cost” ni se ha posicionado por encima como una bebida energética de mayor calidad y para colmo, no hace publicidad a diferencia del toro rojo (RedBull). Por lo tanto, ni tiene un precio más competitivo, ni invierte en comunicación, y además es menos atractivo para los distribuidores y aún así ahí lo tienes, en cada pakistaní de Barcelona.
¿Tan fuerte es su identidad visual? ¿Tan potente es su packaging? Y en caso de ser así mi pregunta es: ¿Creatividad al servicio del producto o el producto al servicio de la creatividad?
